¿Por qué es importante que los niños aprendan a ser generosos y cómo guiarlos?
Educar en valores a tus hijos es algo básico de la crianza. Siempre se lee acerca de esto y en las escuelas también fomentan lecciones sobre como tener valores. Pero si hay algo que no se escucha mucho es qué deben hacer los padres para educar a sus hijos en valores como la responsabilidad, el amor y la generosidad.
La generosidad es un valor esencial que se enseña desde que estamos pequeños. Hay quienes creen que se enseña obligando a tus hijos a compartir todo lo que tienen o estén comiendo en un momento. Y no, no es así. Se trata de generar en ellos un sentimiento de dar sin recibir nada a cambio de forma natural, sin que se sientan obligados a hacerlo solo porque sus padres les dicen que lo hagan.
Los niños, cuando llegan cierta edad empiezan desarrollar conciencia social y un sentido de encaje dentro de la sociedad en la que están. Aun así, esto es un proceso lento debido a que los niños están acostumbrados a pensar en sí mismos, en especial los hijos únicos. De esta forma, se olvidan de la generosidad y la amabilidad en diversas situaciones cotidianas.
Los padres y maestros deben enseñarle a los niños que la generosidad y el servicio es un deber que todos tenemos que se convierte en un placer cuando se hace de buena voluntad y con amor. Enseñarle generosidad a tus hijos hará que experimenten desde temprano un valor que se gratifica por si misma, con la alegría de que han cumplido no solo un deber sino que han ayuda a alguien que lo necesita de la mejor forma posible.
Buscar la felicidad de los demás es un buen comienzo para conseguir la felicidad propia. La forma de enseñárselo a tus hijos es atravesó de la experiencia. Una vivencia propia hará que ellos comprendan como pueden ser generosos de forma genuina y dejen a un lado el egoísmo. Eventualmente irán apareciendo oportunidades en las que tu hijo podrás ser generoso es incluso hasta podría llegar a sacrificar sus propios gustos y tiempo por ayudar a los demás.
El camino a la generosidad
- Sé un ejemplo para tu hijo Los niños son como una esponja, ellos copian todo lo que ven y es la forma en la que van creando tu propia identidad y sus costumbres. El ejemplo de los padres es el mejor maestro para ellos. Si ellos ven que siempre estas ayudando a las personas y que eres generoso, te imitaran y trataran de ayudar lo más que puedan en cualquier situación que enfrenten. La generosidad puede ser una actitud que ellos copien.
- Cuentos y fabulas Solo el ejemplo no es suficiente para que tu hijo se vuelva generoso. Puedes ayudarte con cuentos y fabulas que traten sobre valores. Incluso películas. Existen muchas historias en donde el valor de la generosidad es el principal protagonista de la moraleja. Si a tu hijo no le gusta leer, puedes probar con películas que tengan este tipo de historias. Haz que ellos mismo analicen la situación y que comprendan que lo que sucedió se debió a la actitud egoísta que algún personaje tuvo. Solo así, irán viendo situaciones en las que es necesaria la generosidad.
- Sentimientos Decir cómo te sientes es un tanto difícil es especial para los niños. Ellos sienten de una forma tan intensa que decir lo que está pasando en su interior es complicado ya que ni siquiera tienen las palabras adecuadas. Además, a nadie le agrada tener que decir cuando algo le genera enfado y frustración.
Una buena forma de enseñarle generosidad es hablar con el sobre cómo se siente cuando eres generoso. Así, él ira intentando compartir e ira experimentando esos sentimientos positivos que le harán sentir mejor. Cuando sea capaz de sentirse bien al compartir sus cosas, comprobara la felicidad en otros y el será capaz de decirlo y aceptarlo sin problemas.
- No lo obligues a compartir Como se dijo al principio, la generosidad debe nacer de forma espontánea. No obligues a tu hijo a compartir su juguete nuevo si no quiere hacerlo. Si lo hacen estarás haciéndolo en forma de imposición y eso hará que se sienta mal por dentro. Si ellos no quieren compartir algo y tú los obligas, ellos sentirás una molestia y asociaran el compartir con sentimiento negativos. Tus hijos deben ver la generosidad como algo bueno y no algo que les transmita frustración o rabia.
- Detalles y Sorpresas El ejemplo es el mejor maestro que existe. Si tienes detalles con tu propio hijo y le sorprendes, él se sentirá bien y feliz. En un futuro, el querrá hacer lo mismo con sus seres queridos para que se sientan igual de feliz que el cuándo tú lo sorprendiste con un regalo. Por fin entenderá que la generosidad les aporta un beneficio a los demás y a él mismo. Además, conforme pase el tiempo se dará cuenta que si es generoso, los demás lo serán con él también.
- Cero frases negativas Frases como “Eres muy egoísta” ”Eres malo porque no quieres compartir” entre otras, no son buenas en la enseñanza de la generosidad. Esto solo los hace sentir mal y les baja la autoestima ya que sienten que nunca serán capaces de compartir. Trata de decir frases tranquilas en conversaciones donde se hable sobre ayudar a otros, deja que tus hijos te vean haciendo favores y teniendo una actitud altruista. Tu hijo se dará cuenta que compartir es bueno porque también compartirán con el cosas que quizás quiera usar.
- No todo es material La gente tiende a asociar el ser generoso con solo compartir cosas materiales y no es así. Ser generoso también tiene que ver con regalar sonrisas, abrazos, cariño y hasta buenos recuerdos y risas. Compartir cosas materiales es algo secundario. Tu hijo debe aprender que las demostraciones de afecto, cariño y solidaridad son cosas buenas que también se pueden compartir.
- Identifica las necesidades de los demás Para desarrollar la vocación de servicio en un niño es necesario hacer que pueda identificar lo que los demás necesitan y como él puede ayudarlos. Por ejemplo, si su padre necesita escribir un mensaje pero no encuentra un lápiz o un bolígrafo para hacerlo, el niño puede conseguirle uno o prestarle los suyos. Eso le hará sentirse mal sutil y también desarrollará conciencia sobre los demás.
- Deportes y actividades físicas El deporte, a parte de ayudar a la salud de las personas, es un excelente maestro para que tus hijos aprendan sobre el trabajo en equipo. Dado que todos dependen de todos, aprender a hacer y contribuir a un objetivo en común a través de sus habilidades combinadas con las de los demás. Al ser parte de un equipo deportivo, comprenden que una fuerza conjunta tiene resultados mucho mejor que los que daría una sola persona.
Además, los niños que practican deportes se empiezan a sensibilizar y a desarrollar un sentimiento de pertenencia al equipo. Ellos llegan a hacerse tan cercanos con los integrantes del equipo que sienten que son sus hermanos y están pendientes de lo que necesitan y encuentran nuevas formas de ayudarlos.
La generosidad es un camino hacia la felicidad de tus hijos
Lo crea so no, la mayoría de los adultos encuentran la felicidad plena al entender que compartir y ser generoso les da el mejor sentimiento de satisfacción de la vida. Pero a esta conclusión se llega luego de un largo proceso cosa que no sucedería si el valor de la generosidad se hubiera inculcado desde pequeños.
El valor de la generosidad en los niños es importante ya que los ayuda a mejorar sus habilidades sociales como adultos y les procura una infancia más feliz. Puede que para los niños la generosidad sea difícil ya que apenas están desarrollando la capacidad de considerar los deseos y sentimientos del otro. Pero esto no quiere decir que debas darte por vencido.
Como padre, debes guiar a tu hijo durante este proceso de aprendizaje para que juntos crezcan y se conviertan en personas totalmente generosas y solidarias con todos a su alrededor. El proceso debe darse de manera natural, ya que así es que se consigue el fomento de la consciencia social, la empatía, la compasión y la comprensión.
La importancia de dar está en la creación de una conexión de tu hijo con el mundo que le rodea. Además, también les enseña a ser agradecidos con el universo por los privilegios que les han sido otorgados. A través de tu ejemplo como padre, ciudadano y humano puedes ir modelando el comportamiento de tu hijo poco a poco. Así, él ira creando su propia idea de la generosidad de forma creativa y podrá adaptarse a las diferentes situaciones.
La generosidad es un valor hermoso que si es bien inculcado puede facilitarles la vida a tus hijos. Un niño generoso es un adulto que en el futuro será un agente de cambio capaz de ayudar al prójimo de forma asertiva.